martes, 16 de julio de 2013

Sonidos que no vuelven, por mucho que queremos oírlos. Es una voz que se deja de escuchar y que muchos temen olvidar. Es una falta en tu vida que no se puede llenar. Lo definitivo asusta porque no se puede cambiar, sucede un día porque si cuando nunca pensamos que pasaría o veíamos lejano. La frase "todo vuelve" pierde cierta credibilidad en el momento que nos damos cuenta de que las charlas con esa persona no vuelven, que su compañía  no vuelve y que en realidad nunca volverá, no por una decisión si no porque la vida quiso que sea así. Mientras la realidad atropella, se descubre el sonido del silencio.
 Tanto amor al silencio tiene un fundamento, cuando no se pronuncia pareciera que no existe y si no existe se genera un vacío. No es imprescindible asignar palabra a todo, hay cosas que simplemente no se escuchan a los oídos, pero si con el alma. La vida va más allá de todo tipo de explicación, al fin y al cabo lo relevante es aquel ruido, antes y luego del silencio..


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